Sin una conexión total con el cliente antes y durante el montaje del escaparate el fracaso está asegurado
¿Os habéis preguntado alguna vez porque existen tiendas en las que te sientes atraído a entrar? La respuesta es muy sencilla, un escaparatista (window dresser) y/o visual merchandiser han hecho su trabajo en convertir una tienda cualquiera en un imán de clientes.
Los Visual Merchadisers y/o Window dressers deben conocer diferentes artes; el diseño de elementos decorativos, el estilismo de un maniquí, la creación de atmósferas comerciales y la colocación de producto estratégicamente entre otras. Pero aún más importante son las recomendaciones para los comerciantes a realizar antes y durante el montaje del escaparate:
– El comerciante debe conocer porque le compran sus clientes: por precio, calidad, variedad, exclusividad, comodidad…etc.
– El comerciante debe conocer la cualidades intrínsecas (cualidades físicas) y las cualidades cognitivas (motivo por el cual eligen ese producto) de sus productos.
– El comerciante debe pensar una idea que tenga relación con la época y el mensaje que quiere transmitir.
– La colocación de un producto imán (despiertan curiosidad) se realizará teniendo en cuenta la combinación de colores, tejidos, formas y tamaños.
– La colocación de productos estrella (que más nos interesa vender) se realizarán de manera ordenada por grupos reforzada con decoraciones consensuadas con el comerciante.
– El conjunto del escaparate debe mostrar “the new trend” de los productos e ir en concordancia con el interior de la tienda.
Por último y como mensaje final nos gustaría terminar diciendo que lo más importante es la comunicación entre el Window dresser y el cliente. Con una buena comunicación se puede crear un ambiente único para cada cliente, en función del mensaje, de los productos y del target de cliente. ¿Estáis de acuerdo?